¿Por qué Alabar a Dios?
Introducción:
Nuestras iglesias, normalmente están siendo concurridas por muchas personas que buscan respuestas a situaciones de su vida cotidiana, al llegar y relacionarse con la congregación van aprendiendo diferentes patrones de conductas, como se hace esto, como digo aquello, etc. La alabanza no escapa a esta practica y normalmente llegamos a tener miembros de los cuales sale una alabanza mecánica, aprendida, estereotipada por algún modelo del cual copiaron y aprendieron sus rasgos llegando a pensar que solo de esa manera se alaba a Dios, y en realidad no han entendido lo que es la alabanza y sus diferentes atributos y beneficios. En este sermón tocaremos puntos sensitivos en cuanto a la alabanza.
1. ¿Qué es la Alabanza? Salmos 9.1
Es un sentir, una expresión que inicia en nuestro interior, debe salir del corazón.
se trata de dar tributo, agradecimiento, loor a Dios por todas sus maravillas
debe producirme alegría y ésta ser canalizada hacia nuestro creador.
El acto de alabar encierra la más íntima comunión con aquel a quien se alaba. Por lo tanto la alabanza no sólo expresa sino que completa el gozo; es su consumación preestablecida.
2. ¿Por qué yo debo alabarle?
Porque Él me creo y el se regocijo cuando me creo “y vio Dios que era muy bueno”.
Porque el habita en medio de la alabanza. Si Dios habita en la alabanza entonces, yo necesito encontrarle y estar con Él para que de mi solo salga alabanza, pues soy templo de su Espíritu Santo.
Porque alabarle nos ayuda en medio de las pruebas (Lot, David) Sal 3.
Porque nos ha dado la victoria sobre el mundo. “Mas confiad yo he vencido al mundo”.
3. ¿Qué sucede cuando le alabo?
Provocamos a acción al Espíritu Santo, dándonos libertad. Hech. 16:25 – 26 (David Danzó)
Se evidencia el estado de nuestra relación con Él.
· Mis reacciones ante las situaciones de la vida diaria
· Mis expresiones. Sal5:11
· Mi fe es afectada, pues expreso mi confianza en Él. Sal 22:5
El ambiente que me rodea cambia al instante. (Saúl y David).
4. ¿Qué lugar debe ocupar en nuestras Vidas?
No debe ser una emoción, sino una convicción, debemos estar conscientes de nuestra alabanza a Dios. Sal. 103: 14 – 18.
Parte continua de nuestra vida. Sal. 146: 1 – 2
Lo que vaya a hacer debo iniciarlo con alabanza. I Crónicas 15: 16.
Conclusión:
La alabanza a Dios no debe ser simplemente un punto dentro de los programas de servicios en nuestras iglesias ni en nuestras vidas, no esta bien pensar que a Dios se alaba solo en el momento de los cantos en la iglesia; mas bien la alabanza debe ser una actitud en nosotros que su esencia se encuentre en nuestro interior mostrándole a Dios cuanto le amamos, como dice en su palabra “Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas” Lucas 10.27
Miguel Reyes
Obrero de Asambleas de Dios
Iglesia Catedral Cristiana
Santiago, Veraguas, Panamá
